El informe se realizó a instancias de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Dirección General de Sanidad y Protección de los Consumidores de la Comisión Europea (DG SANCO). Las entrevistas se realizaron entre el 2 de septiembre y el 6 de octubre de 2005 en los 25 Estados miembros de la UE
Percepción del riesgo
Los europeos consideran que es más probable que su salud se vea perjudicada por la contaminación ambiental, los accidentes de tráfico o una enfermedad grave que por los alimentos que consumen.
En general, la comida tiene connotaciones positivas, ya que se asocia fundamentalmente con el gusto y el placer. Menos de uno de cada cinco consumidores relacionan de forma espontánea la comida con la salud y, al preguntarles sobre problemas concretos relacionados con la alimentación, no destaca ningún tema en particular. Las crisis alimentarias de años anteriores, como la relacionada con la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o las dioxinas, ya no parecen preocupar en exceso a los consumidores europeos. Éstos mencionan con mayor frecuencia otros asuntos como las intoxicaciones alimentarias, los residuos químicos presentes en los alimentos y la obesidad.
Al presentarles una lista de posibles riesgos relativos a la seguridad alimentaria, los consumidores se muestran ligeramente más preocupados por los factores de riesgo externos sobre los que no tienen control. Les preocupan menos los factores personales tales como las alergias alimentarias y los relacionados con su propia conducta, como la preparación de los alimentos, la higiene y la ganancia de peso. En general, las mujeres tienden a preocuparse más por la seguridad de los alimentos que los hombres.
Percepción de las acciones de las autoridades públicas
Más de tres de cada cinco consumidores europeos saben de la existencia de políticas de seguridad alimentaria en la UE. Una proporción mayor (85% de los consumidores europeos) conoce las advertencias sanitarias presentes en los paquetes de cigarrillos, hecho que refleja el elevado impacto de las políticas antitabaco.En general, hay un elevado nivel de confianza en las acciones de las autoridades públicas en el campo de la salud. La mayor parte de la gente considera que se toman en serio los temas relacionados con la salud (54%) y que las autoridades actúan con rapidez (55%), aunque hay un 47% de escépticos que
creen que los intereses económicos de los productores se anteponen a la salud de los consumidores.En relación con los temas de seguridad alimentaria, casi el 60% de los consumidores de la UE opinan que las autoridades públicas tienen en cuenta los últimos descubrimientos científicos al tomar decisiones sobre políticas. Prácticamente la mitad de los consumidores valoran favorablemente el papel de las autoridades a la hora de informar al público acerca de los riesgos alimentarios. Si bien las opiniones están divididas en cuanto a los progresos de la seguridad alimentaria en los últimos diez años, casi la mitad de la población considera que, actualmente, las autoridades de la UE actúan de forma apropiada ante este tipo de riesgos.
Fuentes de información
La cobertura realizada por los medios de comunicación de los riesgos relacionados con la salud llega a la mayoría de los consumidores de la UE. Aunque hay más gente que recuerda haber leído o escuchado noticias en los medios de comunicación sobre los riesgos asociados con el tabaco, la obesidad, el alcohol y las enfermedades infecciosas, más del 60% de los consumidores recuerdan haber leído o visto información sobre alimentos peligrosos o poco saludables en los últimos seis meses.
Los europeos consideran que es más probable que su salud se vea perjudicada por la contaminación ambiental, los accidentes de tráfico o una enfermedad grave que por los alimentos que consumen.
En general, la comida tiene connotaciones positivas, ya que se asocia fundamentalmente con el gusto y el placer. Menos de uno de cada cinco consumidores relacionan de forma espontánea la comida con la salud y, al preguntarles sobre problemas concretos relacionados con la alimentación, no destaca ningún tema en particular. Las crisis alimentarias de años anteriores, como la relacionada con la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o las dioxinas, ya no parecen preocupar en exceso a los consumidores europeos. Éstos mencionan con mayor frecuencia otros asuntos como las intoxicaciones alimentarias, los residuos químicos presentes en los alimentos y la obesidad.
Al presentarles una lista de posibles riesgos relativos a la seguridad alimentaria, los consumidores se muestran ligeramente más preocupados por los factores de riesgo externos sobre los que no tienen control. Les preocupan menos los factores personales tales como las alergias alimentarias y los relacionados con su propia conducta, como la preparación de los alimentos, la higiene y la ganancia de peso. En general, las mujeres tienden a preocuparse más por la seguridad de los alimentos que los hombres.
Percepción de las acciones de las autoridades públicas
Más de tres de cada cinco consumidores europeos saben de la existencia de políticas de seguridad alimentaria en la UE. Una proporción mayor (85% de los consumidores europeos) conoce las advertencias sanitarias presentes en los paquetes de cigarrillos, hecho que refleja el elevado impacto de las políticas antitabaco.En general, hay un elevado nivel de confianza en las acciones de las autoridades públicas en el campo de la salud. La mayor parte de la gente considera que se toman en serio los temas relacionados con la salud (54%) y que las autoridades actúan con rapidez (55%), aunque hay un 47% de escépticos que
creen que los intereses económicos de los productores se anteponen a la salud de los consumidores.En relación con los temas de seguridad alimentaria, casi el 60% de los consumidores de la UE opinan que las autoridades públicas tienen en cuenta los últimos descubrimientos científicos al tomar decisiones sobre políticas. Prácticamente la mitad de los consumidores valoran favorablemente el papel de las autoridades a la hora de informar al público acerca de los riesgos alimentarios. Si bien las opiniones están divididas en cuanto a los progresos de la seguridad alimentaria en los últimos diez años, casi la mitad de la población considera que, actualmente, las autoridades de la UE actúan de forma apropiada ante este tipo de riesgos.
Fuentes de información
La cobertura realizada por los medios de comunicación de los riesgos relacionados con la salud llega a la mayoría de los consumidores de la UE. Aunque hay más gente que recuerda haber leído o escuchado noticias en los medios de comunicación sobre los riesgos asociados con el tabaco, la obesidad, el alcohol y las enfermedades infecciosas, más del 60% de los consumidores recuerdan haber leído o visto información sobre alimentos peligrosos o poco saludables en los últimos seis meses.
Entre los encuestados que habían oído o leído reportajes en los medios de comunicación sobre la seguridad de un alimento en particular, más de la mitad declararon haber cambiado sus hábitos alimentarios en consecuencia, y evitar ese alimento ya fuese de forma temporal (37%) o permanente (16%). Sin embargo, más del 40% de las personas ignoran las noticias sobre seguridad alimentaria o no hacen nada al respecto, a pesar de que el tema les preocupe. Este hallazgo tiene implicaciones en cuanto a las comunicaciones sobre riesgos, primero, porque los medios de comunicación tienen un papel importante en términos de concienciación y, además, porque pueden motivar cambios en la dieta.